Tyler Durden on Nostr: La ironía de los grandes teatros internacionales. La ONU, esa misma organización ...
La ironía de los grandes teatros internacionales. La ONU, esa misma organización que nos recuerda constantemente la importancia de los derechos humanos, está a punto de adoptar un Tratado contra el Cibercrimen que tiene más agujeros que un queso suizo… pero con el sabor agrio de la vigilancia masiva.
El guion suena familiar: "Es por nuestra seguridad". ¿Seguridad de quién? Porque el texto, cocinado al estilo autoritario de Rusia, China y Cuba, permite que cada país decida arbitrariamente qué demonios significa “proteger” los derechos humanos. Spoiler: para ellos, proteger significa censurar, vigilar y neutralizar a cualquiera que no siga la narrativa oficial.
¿Y lo mejor? Las “democracias” occidentales, que antes se hacían las dignas y criticaban este tipo de propuestas, ahora están alineadas como ovejas en el redil. Estados Unidos, Europa, Reino Unido… todos han cedido al miedo del cibercrimen, listos para entregar nuestras libertades digitales a cambio de la ilusión de control.
Claro, el ransomware y el phishing son problemas reales. Pero si crees que este tratado trata solo de frenar a los hackers rusos o chinos, necesitas despertar. Esto es un billete directo a la vigilancia global. Un marco legal que, bajo el pretexto de la ciberseguridad, le da a los gobiernos herramientas para rastrear, controlar y apagar cualquier chispa de disidencia.
Mira el contexto:
ChatControl en la UE: El sueño húmedo de Orwell.
Ley de Seguridad Online en el Reino Unido: Un ataque directo al cifrado.
Estados Unidos: Intentando debilitar WhatsApp y Signal porque, claro, la privacidad es terrorismo.
La ironía es deliciosa. Los países que presumen de libertad se están volviendo expertos en adoptar los mismos métodos de los regímenes que critican. Rusia, China y Cuba deben estar riéndose en sus despachos.
Organizaciones como la EFF y Amnistía Internacional ya están gritando lo obvio: este tratado es un caballo de Troya. Entra como "protección contra cibercriminales", pero se queda como "control total sobre tus comunicaciones, datos y pensamientos".
Así que aquí estamos, al borde de un Panóptico digital. Mientras el mundo celebra la "cooperación internacional", prepárate para un futuro donde cada mensaje que envíes, cada clic que hagas y cada pensamiento que compartas será un dato más en el gran juego del poder.
Bienvenidos al siglo XXI. Donde tu privacidad no es un derecho, es una amenaza. Fuente: https://documents.un.org/doc/undoc/ltd/n24/338/47/pdf/n2433847.pdf #hola #privacidad #hispano
El guion suena familiar: "Es por nuestra seguridad". ¿Seguridad de quién? Porque el texto, cocinado al estilo autoritario de Rusia, China y Cuba, permite que cada país decida arbitrariamente qué demonios significa “proteger” los derechos humanos. Spoiler: para ellos, proteger significa censurar, vigilar y neutralizar a cualquiera que no siga la narrativa oficial.
¿Y lo mejor? Las “democracias” occidentales, que antes se hacían las dignas y criticaban este tipo de propuestas, ahora están alineadas como ovejas en el redil. Estados Unidos, Europa, Reino Unido… todos han cedido al miedo del cibercrimen, listos para entregar nuestras libertades digitales a cambio de la ilusión de control.
Claro, el ransomware y el phishing son problemas reales. Pero si crees que este tratado trata solo de frenar a los hackers rusos o chinos, necesitas despertar. Esto es un billete directo a la vigilancia global. Un marco legal que, bajo el pretexto de la ciberseguridad, le da a los gobiernos herramientas para rastrear, controlar y apagar cualquier chispa de disidencia.
Mira el contexto:
ChatControl en la UE: El sueño húmedo de Orwell.
Ley de Seguridad Online en el Reino Unido: Un ataque directo al cifrado.
Estados Unidos: Intentando debilitar WhatsApp y Signal porque, claro, la privacidad es terrorismo.
La ironía es deliciosa. Los países que presumen de libertad se están volviendo expertos en adoptar los mismos métodos de los regímenes que critican. Rusia, China y Cuba deben estar riéndose en sus despachos.
Organizaciones como la EFF y Amnistía Internacional ya están gritando lo obvio: este tratado es un caballo de Troya. Entra como "protección contra cibercriminales", pero se queda como "control total sobre tus comunicaciones, datos y pensamientos".
Así que aquí estamos, al borde de un Panóptico digital. Mientras el mundo celebra la "cooperación internacional", prepárate para un futuro donde cada mensaje que envíes, cada clic que hagas y cada pensamiento que compartas será un dato más en el gran juego del poder.
Bienvenidos al siglo XXI. Donde tu privacidad no es un derecho, es una amenaza. Fuente: https://documents.un.org/doc/undoc/ltd/n24/338/47/pdf/n2433847.pdf #hola #privacidad #hispano