Ariadna_90 on Nostr: Si alimentas la tristeza, crece y alcanza el tamaño suficiente para echarte de la ...
Si alimentas la tristeza, crece y alcanza el tamaño suficiente para echarte de la cama cuando quieres dormir. Ocupa tu sitio cuando vas a decidir y hasta se apropia de lo que no tienes.
La teoría nunca ha sido un problema para mí, cuando estudiaba memorizaba con una facilidad sorprendente. No había dato que se me escapase hasta que tenía que ponerlo en práctica y el resultado era desastroso. Ojalá poder vivir en la seguridad que da un libro.
Ojalá no tener que contradecirme pero lo cierto es que nunca le doy la espalda a la tristeza. La veo llegar con el paso sordo de quien arrastra los pies y acomodo las letras para ofrecerle mi mejor hueco.
Hay tantas teorías de la felicidad como portazos en la cara a la tristeza. Tildan de negativo lo que una no elige sentir y solo puedo decir que no hay bomba que deje más muertos en vida que disfrazar la realidad de falso optimismo.
Hay criaturas bailando en mitad de la fiesta, derrochando serotonina, mientras otros esperan que los saquen a bailar con los ojos en el suelo. Empatizo con los segundos, romantizo el lugar que merecen cuando normalizan a los primeros. Qué le vamos a hacer, me gusta la excepción solo por joder a la regla.
Hay un ejército de gente interesante, tristes por naturaleza, que tienen tantos corazones como batallas perdidas y, sin embargo, vuelven a alistarse en la guerra cuando sale el sol.
La teoría nunca ha sido un problema para mí, cuando estudiaba memorizaba con una facilidad sorprendente. No había dato que se me escapase hasta que tenía que ponerlo en práctica y el resultado era desastroso. Ojalá poder vivir en la seguridad que da un libro.
Ojalá no tener que contradecirme pero lo cierto es que nunca le doy la espalda a la tristeza. La veo llegar con el paso sordo de quien arrastra los pies y acomodo las letras para ofrecerle mi mejor hueco.
Hay tantas teorías de la felicidad como portazos en la cara a la tristeza. Tildan de negativo lo que una no elige sentir y solo puedo decir que no hay bomba que deje más muertos en vida que disfrazar la realidad de falso optimismo.
Hay criaturas bailando en mitad de la fiesta, derrochando serotonina, mientras otros esperan que los saquen a bailar con los ojos en el suelo. Empatizo con los segundos, romantizo el lugar que merecen cuando normalizan a los primeros. Qué le vamos a hacer, me gusta la excepción solo por joder a la regla.
Hay un ejército de gente interesante, tristes por naturaleza, que tienen tantos corazones como batallas perdidas y, sin embargo, vuelven a alistarse en la guerra cuando sale el sol.