Ariadna_90 on Nostr: Sé que hay un final, que no nos gusta pensar en él, que lo esquivamos y tachamos, ...

Sé que hay un final, que no nos gusta pensar en él, que lo esquivamos y tachamos, que nadie lo escribe en mayúsculas y todos lo leemos bajito.

Hace tiempo que esquivo la realidad cuando miro a mi perra, la que dejé en casa de mis padres porque, sinceramente, fue imposible ganarle la partida a mi madre. Aunque con el tiempo comprendí que ése era su lugar y mi responsabilidad, visitarla a menudo.

Los animales son un torrente de fuerza para quien canaliza en ellos lo miserable que puede ser la vida. Le debo tanto que aunque fuésemos inmortales, no me alcanzaría a pagar. Diecisiete años para ella quizás son muchos, para mí ni una parte de lo que merece vivir. Ahora el tiempo que le queda va tan lento como el gotero del que está enganchada desde anoche.

Fui a verla a primera hora de la mañana. Amaneció nublado y me llovió de camino. Sinceramente, ya no sé si sonreír o llorar cuando el cielo se pone de mi lado. A veces pienso que la poesía se atraviesa en el camino cuando más difícil me resulta escoger la dirección en medio del desorden.

Después de escuchar el diagnóstico, no tengo fuerzas ni ánimo para dar a la esperanza el lugar que merece. Hasta sentí pena por la veterinaria, debe ser complicado elegir palabras, con la mejor intención, y sentir cómo atropellan al que tienes enfrente nada más salir de tu boca.

El día abrió y el sol salió. Pero a mí ya no me calentaba en absoluto.

Puedo vivir en el infierno, abrir una puerta y colarme en las llamas sin pensarlo dos veces. Pero que no me condenen a una fría antesala donde esperar a que digan, por última vez, el nombre que tan feliz me hizo.