tomboix on Nostr: Para seguir entendiendo Machupicchu, hoy voy a hablaros de como era la sociedad inca. ...
Para seguir entendiendo Machupicchu, hoy voy a hablaros de como era la sociedad inca. De alguna manera, el mundo social y político que existía por aquel entonces en esta región andina, muy importante para entender también el contexto de la ciudad.
La ciudad Inca estaba muy estructura y altamente jerarquizada. Encima de todo de la pirámide de poder se encontraba el Sapa Inca, lo que nosotros consideraríamos un emperador, considerado por su pueblo como ser divino y el gobernante absoluto del imperio. Por debajo, le seguía toda la corta de nobles, sacerdotes y funcionarios, que administraban las diferentes partes del imperio en su nombre y se encargaban de hacer cumplir la ley y los proyectos del imperio. En el estrato inferior, se encontraban los soldados, los artesanos y, por último, los campesinos. Trabajaban en sistemas colectivos, es decir que trabajaban de manera comunitaria, organizados en comunidades, llamadas ayllus, en las que compartían la tierra y los recursos. Era un sistema que intentaba promover tanto la cohesión social como la reciprocidad. Por otro lado, esto permitía también a los dirigentes organizar grandes proyectos, como la construcción de caminos, edificios públicos o sistemas de terrazas agrícolas.
Volviendo a la figura del Inca, este “gobernante-dios”, junto con toda esta infraestructura, tenía una gran de posesiones personales, que iban desde palacios a ciudades. Machupicchu fue de hecho una de estas residencias, construida bajo las ordenes del Inca Pachacútec. La ciudad se cree que sirvió de retiro para la corte y también como centro espiritual ( por los templos que se han encontrado), aunque, de nuevo, sigue siendo foco de debate entre los historiadores. Por ello, y debido a este carácter personal de la ciudad, a su muerte, sus sucesores no utilizaron tanto Machupicchu, ya que cada Inca solía construir sus propias residencias como símbolo de su poder y legado. Esto, como veremos mañana, explica en parte por qué, a la llegada de los españoles, Machupicchu ya estaba bastante en desuso y pasó desapercibida por los ojos occidentales durante bastante tiempo.
La ciudad Inca estaba muy estructura y altamente jerarquizada. Encima de todo de la pirámide de poder se encontraba el Sapa Inca, lo que nosotros consideraríamos un emperador, considerado por su pueblo como ser divino y el gobernante absoluto del imperio. Por debajo, le seguía toda la corta de nobles, sacerdotes y funcionarios, que administraban las diferentes partes del imperio en su nombre y se encargaban de hacer cumplir la ley y los proyectos del imperio. En el estrato inferior, se encontraban los soldados, los artesanos y, por último, los campesinos. Trabajaban en sistemas colectivos, es decir que trabajaban de manera comunitaria, organizados en comunidades, llamadas ayllus, en las que compartían la tierra y los recursos. Era un sistema que intentaba promover tanto la cohesión social como la reciprocidad. Por otro lado, esto permitía también a los dirigentes organizar grandes proyectos, como la construcción de caminos, edificios públicos o sistemas de terrazas agrícolas.
Volviendo a la figura del Inca, este “gobernante-dios”, junto con toda esta infraestructura, tenía una gran de posesiones personales, que iban desde palacios a ciudades. Machupicchu fue de hecho una de estas residencias, construida bajo las ordenes del Inca Pachacútec. La ciudad se cree que sirvió de retiro para la corte y también como centro espiritual ( por los templos que se han encontrado), aunque, de nuevo, sigue siendo foco de debate entre los historiadores. Por ello, y debido a este carácter personal de la ciudad, a su muerte, sus sucesores no utilizaron tanto Machupicchu, ya que cada Inca solía construir sus propias residencias como símbolo de su poder y legado. Esto, como veremos mañana, explica en parte por qué, a la llegada de los españoles, Machupicchu ya estaba bastante en desuso y pasó desapercibida por los ojos occidentales durante bastante tiempo.