tonymj on Nostr: #Bitcoin y yo, por Juan Ramón Jimenez según la #ia Desde el fondo misterioso de la ...
#Bitcoin y yo, por Juan Ramón Jimenez según la #ia
Desde el fondo misterioso de la red,
surgió una moneda, resplandeciente y audaz,
llamada Bitcoin, tan intangible y veloz,
como el viento que recorre los campos en paz.
Llave dorada de un nuevo amanecer,
criptográfica y libre, nada puede atar,
en la digital pradera crece su poder,
con la mirada puesta en el cielo estelar.
De lo etéreo a lo terrenal, cruza su andar,
con valor intrínseco, en bits se desglosa,
la luz de un sol informático a deslumbrar,
en cada transacción, una poesía hermosa.
Sin la mano del hombre, ni la del Dios,
se escribe su historia, su canto de acción,
construye puentes, derriba muros a su paso,
es la dama de hierro de la revolución.
"Platero, ve", le digo, "y busca en la red,
una moneda de luz, de fuego y de bronce,
una moneda de viento que el futuro ha de traer,
Bitcoin su nombre, en los corazones se esconde."
Bajo el azul celeste de este nuevo día,
donde el hombre y la máquina su danza entrelazan,
nace un canto, una melodía,
la voz de Bitcoin, que a la libertad abraza.
Desde el fondo misterioso de la red,
surgió una moneda, resplandeciente y audaz,
llamada Bitcoin, tan intangible y veloz,
como el viento que recorre los campos en paz.
Llave dorada de un nuevo amanecer,
criptográfica y libre, nada puede atar,
en la digital pradera crece su poder,
con la mirada puesta en el cielo estelar.
De lo etéreo a lo terrenal, cruza su andar,
con valor intrínseco, en bits se desglosa,
la luz de un sol informático a deslumbrar,
en cada transacción, una poesía hermosa.
Sin la mano del hombre, ni la del Dios,
se escribe su historia, su canto de acción,
construye puentes, derriba muros a su paso,
es la dama de hierro de la revolución.
"Platero, ve", le digo, "y busca en la red,
una moneda de luz, de fuego y de bronce,
una moneda de viento que el futuro ha de traer,
Bitcoin su nombre, en los corazones se esconde."
Bajo el azul celeste de este nuevo día,
donde el hombre y la máquina su danza entrelazan,
nace un canto, una melodía,
la voz de Bitcoin, que a la libertad abraza.