Miguel Espigado on Nostr: Hoy nos llevamos las manos a la cabeza de que tantas personas guíen sus decisiones ...
Hoy nos llevamos las manos a la cabeza de que tantas personas guíen sus decisiones por creencias irracionales, pensamiento mágico y demás subjetividad anti-científica.
Hablo de negacionistas, pobres que votan a la derecha, etc.
Supongo que en algún momento, interiorizamos que ya habíamos superado estas tinieblas, gracias al triunfo del progreso científico.
Pero si algo estoy aprendiendo repasando la historia de los últimos cinco siglos es que llevamos, al menos, desde el Renacimiento llevándonos las manos a la cabeza por la irracionalidad general, y nos hemos llevado las manos a la cabeza en intensidad creciente por esto desde el siglo XVIII hasta el nuestro. En todos los países y sociedades.
Visto lo visto, creo que la irracionalidad nunca se va a erradicar. Es una tendencia humana tan natural y espontánea como la racionalidad, da igual lo técnico y científico que se ponga nuestro mundo. Solo un milagro educativo podría erradicarla. Un milagro educativo universal y permanente.
La buena noticia es que podemos ya bajar las manos de la cabeza. De nada sirve escandalizarse por algo que no tiene visos de cambiar en siglos.
Hablo de negacionistas, pobres que votan a la derecha, etc.
Supongo que en algún momento, interiorizamos que ya habíamos superado estas tinieblas, gracias al triunfo del progreso científico.
Pero si algo estoy aprendiendo repasando la historia de los últimos cinco siglos es que llevamos, al menos, desde el Renacimiento llevándonos las manos a la cabeza por la irracionalidad general, y nos hemos llevado las manos a la cabeza en intensidad creciente por esto desde el siglo XVIII hasta el nuestro. En todos los países y sociedades.
Visto lo visto, creo que la irracionalidad nunca se va a erradicar. Es una tendencia humana tan natural y espontánea como la racionalidad, da igual lo técnico y científico que se ponga nuestro mundo. Solo un milagro educativo podría erradicarla. Un milagro educativo universal y permanente.
La buena noticia es que podemos ya bajar las manos de la cabeza. De nada sirve escandalizarse por algo que no tiene visos de cambiar en siglos.